miércoles, 27 de febrero de 2013

CAPITULO I (si sois buenos habrá un segundo). Diferencias claras y notorias entre ellos y ellas

Ya lo dijo Conflucio (28 de septiembre de 551 a. C.) “ Las mujeles son como la plimavela en lebajas , una cuestión de estado”. ¿Que no lo has entendido? Pues júntate al resto de los varones de este mundo

Hoy estaba, como por desgracia para mi persona ya es habitual y tónica semanal, esperando a que mis ancianos padres salieran de la consulta, en este caso, tocante a mi madre, así que como me aburría decidí sacar papel y lápiz y empecé a escribir lo que ahora ustedes, espero, tenga el gusto y placer de estar leyendo.

Aparcar en el hospital Gijonés de cabueñes es algo ilusorio y parecido a que te toque la lotería así que cuando alguno de mis progenitores les toca revisión los voy a buscar, les dejo a la puerta y espero tirado en cualquier rincón a la vista de la entrada por si al patriarca se le olvido coger el móvil y cuando quiera echarle mano se encuentre un bolsillo vacio, así que como buen hijo, me quedo al acecho.

Mi padre es lo más parecido al cagaprisas oficial de esta nuestra España …(algo que para mi cuita, herede) ….tiene que estar por lo menos 15 minutos antes de la hora de cita así que yo tengo que ir a buscarles media hora antes de la cita ya que mi madre tiene problemas de movilidad entonces suelo dejarles a la puerta del Hospital unos 20 minutos antes de su cita que en este caso eran las once de la mañana lo que me dejo claramente una hora para esperarles así que boli en mano me dedique a escribir y para que mentir, no se me ocurría nada hasta que empezaron a pasar delante de mi (paso peatones) un sinfín de personajes femeninos, todas ellas preciosas y makeadas del copón divino que fue que mi mente imperfecta tirando a la judeomasonica tocacoños me recordó que ellas se gastan en ropa lo que nosotros en revistas de motos, porno, caza y pesca, y como no, "en herramientas”. 

No hay hombre que se valore como tal que no tenga una caja de herramientas, quizás me atrevería a extrapolar la caja con un vestidor femenino donde la mayor extensión fuera la de los zapatos pero no sería justo ya que las señoras usarían todos los zapatos y nosotros solo enseñaríamos nuestra caja de herramientas a los amigos simplemente para ser admitidos en la insigne colectividad de los marujos.com.

Yo tengo mi caja de herramientas muy bien surtida más que nada porque mi oficio fue el de técnico comercial y reparaba toda la maquinaria que vendía y aunque ahora solo repare cajones que no cierran o enchufes rotos, me acabo de gastar casi 80€ en una nueva caja  ya que la antigua me quedo pequeña.

Señoras, nunca lo entenderéis (aunque sí que os aprovecháis del echo), nuestra caja es sagrada y si vosotras os gastáis la pana en bolsos falsos de Carolina Herrera, nosotros nos ponemos ciegos en los chinos comprando herramientas que usaremos una vez en nuestras vidas y gracias por que nos sale de ahí.............. y punto.

Esto solo es el principio...........................

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