Todos tenemos secretos,
secretos secretos secretillos que son solo nuestros y que compartiríamos, si
llegara el caso, solo con nuestra pareja ya que eso del mejor amigo murió con
la Lode, la Logse o de cualquier otra “Lo” ya que en ninguna, y hasta la fecha,
se enseña lo que es la camaradería, el compañerismo o la amistad.
Nuestro lado oscuro ayuda
a mantener esa poca diferencia que queda ya entre nosotros y un orangután, una
baca lechera, una abeja o una mosca cojonera ya que en ese lado esta lo
impresentable de nuestro ser, los instintos más bajos, la mierda pincha en un
palo, el ego profundo, los pecados capitales, el humor negro, la mala ostia y
como no el “mecagonentupudamadre si no fuero porqueeeeee…………”.
Ese “lado”, cada vez
ocupa más sitio pues es donde día a día crece la intolerancia abonada por tantas
y tantas injusticias sociales y donde el rencor, a la sombra del silencio, se
hace un sitio preferente en nuestras miradas.
No creo en Dios pero si
en las buenas personas, en los corazones que laten en esa armonía del trabajo
en conjunto y a ellos les pediría que dibujaran en el horizonte, en el suyo
propio, un SOL para que junto a otros no
dejaran caber más lados
oscuros, más sombras, más miedos, mas soledades.
Aquí va el mío.