martes, 18 de octubre de 2011

Pensamientos sin dueño ni destino.



Decía Henry Brooks que " Un amigo en la vida es mucho. Dos son demasiados. Tres son imposibles. La amistad necesita cierto paralelismo de vida, una comunidad, una emulación de fines".

Somos moteros, por nuestra sangre corre el veneno libertario que fluye  como un torrente al rodar sin rumbo fijo con la velocidad que precisa ese momento tan especial que sin buscar nada todo sale a tu encuentro, donde la mente se funde con el corazón y solo existes tú y ella, dos cuerpos que se abrazan y alcanzan la temperatura justa para que alma y metal se fundan y silencien la bruma otoñal de la monotonía que te deja sin aliento cada mañana.

Hoy quiero romper una lanza por mis amigos, por los que comparten una adicción  sin solución. Camaradas, merodeadores que buscan en la luna su circuito nocturno. Seres que practican el tu y yo somos, gente de diario que rueda por la vida sin preocuparse por el que dirán y mucho menos por lo que pasara mañana si el hoy es lo mismo que el ayer.

Somos moteros, una raza que no desea poder alguno ni colores que la defiendan, tan solo unirse y confundirse con el paisaje mientras el viento nos susurra al oído su única canción, la de ser sombras afines a un ideal sin miedo a perecer en el intento de sentir que la vida tiene que ser algo más que pan y trabajo.

De lo único que estoy seguro en esta vida es la de ser el dueño de mis sentimientos, del cariño que di, y del cariño que me dieron, (Armandichenco Beranuscaya .- protozoo con delirios de grandeza – 1958/2060)


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