jueves, 9 de agosto de 2012

Coses de la edad

Una de mis pequeñas aportaciones al mundo de la filosofía mística fue la de indicar que aunque nuestro destino esta prefijado en el Cielo, nosotros tenemos la libertad de elegir por cual camino deseamos llegar a el.

Esto viene al caso de que en mi familia siempre primo el deporte. Yo fui nadador del Grupo Cultura Covadonga, senderista hasta mi desgraciado accidente pero también... (no seria justo negarlo) ...fui corredor de cien metros barra, levantamiento de cristal y fiel usuario del sillón bol y hoy cuando me dirigía a mi fisioterapeuta la cadera me empezó a dar avisos de que algo iba mal y que “los bailinos” de anoche en la plaza del ayuntamiento con la agrupación artística Gijonesa pasaban factura y me acorde de mi octogenario padre y del que fue su socio y que cuenta con la misma edad (83 años).

Mi padre siempre ha sido un deportista nato, jugo partidinos en la playa hasta que ya no pudo más y se paso al tenis para después pasar por el quirófano y cambiar las dos caderas, una rodilla y estar a la espera de cambiar la otra. Su socio el único deporte que hizo fue el esquí nocturno y similares y hace escasos días que lo vi y parecía un chavalon de 65.

Al final todos llegamos al mismo sitio pero tú eliges él como quieres llegar y él cuando disfrutar.

Buenas tardes

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