Cuando suena el despertador me digo a mi mismo que es un día más, que hay que levantar al personal y hacer lo que hago todos los días pero me cuesta, cada día me cuesta más ya que me hago viejo y veo cada vez, y a mejor altura, la hipocresía de la genta, las mentiras del gobierno y de cómo las falsas amistades retozan alegremente en mi jardín.
Tengo que reconocer que si sigo aun en este mundo a sabiendas que mi logia es el desapego en parte lo es por mi deber como padre pero muy a escondidas tambien por descubrir en qué terminan los sentimientos cuando ya no puedes ni subirte la bragueta.
Es fácil ser gallito joven pero difícil gallina vieja porque aunque la sabiduría que dan los años pesa, más pesan sus incomodidades y espero descubrir el porqué todos se aferran a ella como si la vida les fuera en ello.
Que tengan ustedes unos felices sueños
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