jueves, 6 de septiembre de 2012

Manda tres pares de checoslovacos encuadernaos

Este mediodía, mientras mi señora y yo ojeábamos las páginas de esa gacetilla infame y sectarista que es la Nueva España y nos regalábamos los gaznates con un vermut con apellido vasco ella, y un cosechero yo, aderezado todo ello con el clásico pincho de tortilla, un anciano que para colmo era de Oviedo me pregunto que si estaba con mi nieta. Yo, estúpido de mi, mire en mi rededor por que en el chigre del cual soy fiel lacayo casi siempre suele haber niños y pensé que alguna niña estaría detrás de mi sentada a la máquina tragaperras pero tras escuchar las enormes risotadas de mi señora me di cuenta que el jodido viejo de los cojones estaba o, piropeando a mi señora o, llamándome viejo de mierda.

El cachondeo en chigre fue de los de órdago a la grande, mi señora se quedo tan ancha que no entraba en el ascensor y yo aun me sigo preguntando si el tonto de los cojones se quedo conmigo, estaba senil perdido o simplemente lo mando el cielo para elevar la autoestima de mi señora hasta cotas inimaginables.  Fuera lo que fuese mi querida cuchufrita ya me ha denunciado a la policía por pederasta y creo que tendré que soportar sus bromas por lo menos por lo menos hasta que lea algo sobre los recortes o enchufismos funcionariales que la ponen en los cuernos de la luna y yo paso automaticamente a la reserva.

 Que tenga ustedes una buena tarde, yo de momento me voy al MUJA con los gochinos y mi nieta.

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