viernes, 22 de noviembre de 2013

La honradez siempre es recompensada en España:

Hace unos días me indicaba una persona que los de “ciutadans”, (ciudadanos traducido del catalán al castellano) andaban buscando gente para montar el partido en Asturias pero que querían gente que no estuviera muy quemada o con demasiado interés por pillar algo de poder. Esto me recordó a los inicios de “otro partido” (que no mencionare su nombre) qu...e empezó muy rápido, tuvo un relativo éxito muy rápido y si no espabilan tendrán.......... también, un fin muy rápido.

Estas organizaciones como en todas, el problema radica en las personas, unos valen para todo, otros valen para depende que cosa y luego están los caraduras, los jetas, los reyes de lamer culos, los amantes del sillón de mis entretelas, los amiguísimos, los imbéciles aduladores que viven de puta madre por que huelen mal y nadie honrado osa acercárseles por temor a con el tiempo puedan oler tan mal como ellos.

Un partido novel tiene que hacer, a símil de los automóviles, un rodaje para después ajustar válvulas, cambiar el aceite y apretar alguna que otra tuerca para que así pueda salir a la carretera en plenas facultades y enfrentarse a todo tipo de carreteras sin ningún problema.

Nadie puede prever el futuro y el que pensabas que era bueno te salió rana y mas que pol culo al personal no dio, por eso no hay que esperar tanto tiempo y un partido que se llame de verdad demócrata, tendría que hacer pasar a sus mandos (altos y medios) todos los años por una moción de confianza de sus bases para que si algún espécimen de las llamadas “ratas medradoras” se les hubiera colado, poder eliminarla y poner a otra persona que represente más y mejor a las bases y menos a los intereses, tanto logísticos como monetarios de la ratonera.

Reburdiariu del Hefas:

Como dicía la mio güela, pa tomar lleche recién fervida, primero hai que retirar la nata (*) que se creo nel procesu.

Que ustedes tengan un buen dia

Escritu N’Asturies por el hefas.- aldeanu de pro

(*) Pa los que non vivisteis aquella época, antes ser hervía la leche y por encima siempre quedaba una teluca fina de nata (parecía a la que queda cuando se te enfría el café) que nun valía ni pa los gochos.

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