viernes, 22 de noviembre de 2013

Se hace uno viejo

Es curioso como según va pasando la edad, el modo y costumbres de cada uno va cambiando y los parámetros de discernimiento se van simplificando de un modo radical y pasamos, por ejemplo, de etiquetar o clasificar a las mujeres, como las simpáticas, las facilonas, las follables, las macizotas, las esculturales, las inalcanzables, los peos fediondos, las frígidas, las cuentacuentos, las lobas, las... calientapollas, las generosas o las rubias tontas a algo tan simple como es “ que buenes tan toes coño “. Y es que los años van minando la imaginación y sacando a la luz la simpleza del ser humano.

Podría poner más ejemplos como cuando eras joven y cerrabas media docena de bares mientras que ahora vas a cenar casi siempre al mismo sitio porque el camarero ya sabe qué vino te gusta o qué mesa prefieres. La simplicidad empieza a adueñarse de tu ser y ésta siempre busca el modo más sencillo de eludir, por ejemplo, sus deberes hogareños y maritales.

Si antes inventabas cientos de excusas para no hincarla en casa y decías que estabas estresado por el trabajo porque tu jefe bla bla bla y necesitabas descansar un poco en el sofá viendo al Atleti o la ansiedad no te deja ver claramente dónde está el cajetín del jabón de la lavadora y eso te causa una enorme turbación, con la edad pasas a no dar ninguna explicación agachando las orejas y haciendo todo lo que tu ama y dueña te manda para después vengarte en la cama aludiendo que tienes un tirón en una pierna, la espalda fatal o que te duele la cabeza y a tomar p’ol culo María Manuela, la que la hace la paga.

Con la edad ya ni miramos si el vaso esta medio lleno o medio vacío porque nos importa una santa mierda en qué situación está mientras en la despensa siga habiendo más botellas. La simplicidad llega a ser tan intensa y tan importante que el velo de la vergüenza, de la hipocresía y de la mentira se cayó por su propio peso el día en que te diste cuenta de que no eras inmortal y los gatillazos, algo que les pasaba sólo a los viejos.

Disculpen la simpleza de mis letras y os dejo deseando de corazón que tengáis un feliz y simple, fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario